ROJA


Esa noche recibi la invitacion mas deseada, "su cama".

La habitacion era pequeña, fria, oscura y sus sabanas siempre olian a sexo, lo de invitarme a dormir era una excusa...

Abrio la ventana y una brisa empezo a correr junto con mi pulso y mi clitoris que se iba llenando lentamente, de solo mnirarla, de pensarla, de sentir su cuerpo que ya  lo percibia cercano.

Dormir? mentirosa queres otra cosa...

Su piel estaba tibia pero sedienta de sexo, de lenguas que se metieran entre sus piernas rapidas , largas, generosas, con la frecuencia de molinete de subte se abrian ante cualquier mujer que osara compartir su guarida, su cueva.

Mentirosa de profesion, que bien mentia, que bueno estaba creerse todo lo que decia, tenia el don de la palabra..,  era la amante perfecta.

Aquella noche aulle como una loba y la penetre con los dedos bien profundo, su adn me recorrio la mano, humeda y resbaladiza que se dejaba hacer, mientras mi boca la devoraba  con ritmos acompasados y sin pausa que la volvian insaciable y demante, ella pedia mas y yo mas le daba, no podia parar de complacerla.

Mi boca y mis dedos sabian a sangre y mas me exitaba, la penetre una y otra vez  hasta el cansancio y de todas las formas posibles, continuamente gemia y gritaba ante el silencio de la noche, era tardisimo y hacia muchos frio afuera, de golpe un grito seco irrumpio, se estremecio...

Placer absoluto pude sentir en mi mano la contraccion de su orgasmo mientras se acaba en mi boca, yo no paraba de disfrutarla y sentirla..

Todo fue calma despues, me enrede a su cuerpo, nos dormimos....

nada sucedio en la mañana, un saludo un despedida simple, ..

Nunca mas la vi.